Sentir tu aliento voluptuoso, cercano, tu cálida espesura en mi boca, jugando con mi lengua, acariciándome el paladar, atravesando sus recónditas cavidades hasta que formas parte de mi... así es como empezamos cada martes nuestra cita invariable, nuestra continua historia de amor, un encuentro al que no faltamos jamás, ni tú, ni yo, simplemente porque no podemos. Tú con tu inseparable aroma, ese que te hace especial, ese que reconozco bien, el mismo que te consume y que te hace sofocar sólo para mi y yo con mi imaginación voraz, alimento de mi conciencia, apodo fiel de nuestros juegos generosos, presa de nuestros sueños más profundos, bebida de los que nos miran y se contagian... y lo mejor es que tenemos todavía tanto por crear, por compartir, por construir juntos, tú vagabundeando como siempre en mi cabeza, en tu revoloteo errabundo...y yo deseándote más y más, en cada aproximación a mis labios...
...Tu humo, mis letras, las teclas...
...déjame darte, ¡SÓLO UNA CALADA MÁS!....
...Tu humo, mis letras, las teclas...
...déjame darte, ¡SÓLO UNA CALADA MÁS!....
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