Déjame que te recuerde como ahora. Antes de que vuelvas a desperdigarte entre el laberinto de tu mente y me dejes esperando tu masiva respuesta como un nómada del desierto en busca de agua. Sólo si pudiera entender tu silencio, del que extrañamente sales de vez en cuando para expandir tus alas y dejarme más perdida todavía en esa encrucijada de emociones que te enmarañan.
Discernir en este punto la verdad de los engaños resulta una tarea ardua, bajo un sin fin de oscuridades que te envuelven y que te encierran en ese hermetismo del que sólo tu posees la llave.
Hoy hablé con el doctor, dice que te han elevado la dosis de Clozapina, que todavía no respondes bien, pero que el sueño te lleva y te relaja cuando te asaltan los delirios psicóticos. Ellos, los médicos, lo llaman esquizofrenia, pero tú dices que escuchas voces que te hablan, que ves a ciertas personas, que por alguna extraña razón tienes el don de percibir fenómenos que a los demás se nos escapan...
Cada noche te escribo una carta, unas letras que nunca te envío porque sé que no serías capaz de entender... y con ellas, hago bolas de papel , pajaritas, aviones, barcos...con los que he conseguido adornar la estantería completa que cuelga en la pared de nuestro dormitorio y hasta he logrado convertirme en una experta en papiroflexia. Así cada pliegue que da tu pesquis, la da también la mía, y mis ojos, y mis manos y toda yo...sólo si pudiera convencerte de que yo jamás intenté matarte, no podría hacerte ningún daño, jamás habría podido...pero ellos, esos que viven en tu conciencia, te persuaden, te instigan y ahí termina mi razón y comienza la tuya...
Estoy ultimando una nueva figura de octavilla que se parece a ti, porque tiene los rasgos de la cara afinados como tú, ésta la voy a colocar en un lugar privilegiado, justo en el centro de todas, sobre esa copa de cristal que nos regalaron, ¿te acuerdas?...esa donde te gustaba tomar tus whiskyes, la apoyaré sobre ella a modo de pedestal, para contemplarte y contarte todo lo que siento... y si es cierto que el amor, cuando no muere mata...tan sólo...
...Déjame que te recuerde como ahora...
Discernir en este punto la verdad de los engaños resulta una tarea ardua, bajo un sin fin de oscuridades que te envuelven y que te encierran en ese hermetismo del que sólo tu posees la llave.
Hoy hablé con el doctor, dice que te han elevado la dosis de Clozapina, que todavía no respondes bien, pero que el sueño te lleva y te relaja cuando te asaltan los delirios psicóticos. Ellos, los médicos, lo llaman esquizofrenia, pero tú dices que escuchas voces que te hablan, que ves a ciertas personas, que por alguna extraña razón tienes el don de percibir fenómenos que a los demás se nos escapan...
Cada noche te escribo una carta, unas letras que nunca te envío porque sé que no serías capaz de entender... y con ellas, hago bolas de papel , pajaritas, aviones, barcos...con los que he conseguido adornar la estantería completa que cuelga en la pared de nuestro dormitorio y hasta he logrado convertirme en una experta en papiroflexia. Así cada pliegue que da tu pesquis, la da también la mía, y mis ojos, y mis manos y toda yo...sólo si pudiera convencerte de que yo jamás intenté matarte, no podría hacerte ningún daño, jamás habría podido...pero ellos, esos que viven en tu conciencia, te persuaden, te instigan y ahí termina mi razón y comienza la tuya...
Estoy ultimando una nueva figura de octavilla que se parece a ti, porque tiene los rasgos de la cara afinados como tú, ésta la voy a colocar en un lugar privilegiado, justo en el centro de todas, sobre esa copa de cristal que nos regalaron, ¿te acuerdas?...esa donde te gustaba tomar tus whiskyes, la apoyaré sobre ella a modo de pedestal, para contemplarte y contarte todo lo que siento... y si es cierto que el amor, cuando no muere mata...tan sólo...
...Déjame que te recuerde como ahora...
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