Soñé, tal vez si soñaba, que no podía respirar... tal vez fue el aire, el oxígeno muerto y carente, la falta de espacio, la angustía que me corrompe... pero nada más lejos de esa masa gaseosa que me inunda y rebosa por las paredes de mi piel... más allá del tejido humano, el tic-tac se hace irrefrenable, me ajusta, me oprime, me hiere, me evoca en un duelo al compás de mi vena ahorta... y ahí, frente a frente con el enemigo... lo miro a los ojos, repaso su cara... un rostro marcado por sus doces fieles romanos... sus manos dirigentes, impasibles, infrahumanas, dirigiendo el mundo entero... matándonos rígida y lentamente y empaña su puñal ciego y me cita, yo le reto. ¡Demonio!, ¿qué más quieres?... -tu tiempo- me responde... y entonces río... y le escupo al frío vidrio que lo contiene... y lo insulto y lo hiero, y lo lanzo al vacío... ¿tú o yo?, viejo Satán... yo gano, tú pierdes... tal vez en otra ocasión te deje arrancarme otros cinco minutos.
DE LUZ Y AMOR
Hace 21 horas
2 comentarios:
Ummmm, sí, sí...pero me estaba fijando en esa Katana, es perfecta!!!
El brillo de su hoja, la curvatura de la misma en perfecto contraste con, con, con...el gris del fondo. Y las letras chinas, qué decir de las letras chinas que adornan la parte superior de, de, de...la katana, uffff, queeee katana más bonita!!!
Un beso
Hay que tener cuidado. Los momentos que uno pasa en compañía de Satán a veces se prolongan durante años...
Un abrazo.
Publicar un comentario