El hombre del banco, se despierta sintiéndose un hombre nuevo al abrigo del montón de billetes que duermen en el bolsillo interior de su americana y que aquel gentil hombre del descapotable le hizo entrega tan altruistamente...se sienta al borde del banco que lo sostiene y con la mirada fija en el firmamento del parque se pone a pensar en que puede invertir su reciente fortuna. Mira a un lado y ve pasar a una hermosa joven de cabellos dorados y por unos momentos siente la irrefrenable tentación de comprársela para siempre, pero por su mente pasan los atisbos de una visión tediosa y desesperante con escena de sofá y mando de televisión compartido donde la bella melena se convierte en una cabeza repleta de rulos, de mirada inmutable y carente de sonrisa y casi sin poder evitarlo suelta un grito de pavor al paso de la exuberante rubia. Entonces mira hacia el lado opuesto y descubre a un hombre de mediana edad, apurando un cigarrillo en la puerta de un bar, con lágrimas en los ojos y sosteniendo tembloroso, por los tres grados bajo cero que se aglutinan en el ambiente, su herramienta de dolor y placer y por unos breves instantes piensa en comprarse tantos paquetes de tabaco como precise, para invitar a todas aquellas pobres almas castigadas que de un tiempo a esta parte acechan humo en boca desde todos los rincones y callejones de la ciudad, pero tampoco le convence esta idea gratuita, ya que nunca hasta entonces alguien le había regalado nada, su mentor, el hombre del descapotable debía de ser un ángel enviado directamente desde los lechos celestiales y el destino de su riqueza tenía que ser mucho más sublime, imponente, colosal y sin dejar de mirar a su alrededor y esperando la señal divina que lo dirigiera en el sentido correcto, se deja caer en el respaldo del banco público mientras sus manos se deslizan por un pequeño folleto publicitario que anuncia portátiles a precios de ganga, bajo el slogan: "señoras" sólo en facebook. Así que raudo y veloz
el hombre del banco se dirige hasta la tienda de informática de la esquina y con el montón de billetes en la mano persuade al dependiente para que le sirva lo más pronto posible uno de aquellos utensilios de seducir
señoras y el dependiente que se encuentra en plena crisis económica mundial y nacional sin dudarlo, le vende el más caro, veloz y despiadado espécimen virtual, también llamado
alienware m17x y bajo la potencia de su maravillosa tecnología de última generación le ofrece al
hombre del banco una sobreaceleración instantánea y dinámica que a él le parece pura excitación y en esa exaltación de los sentidos, deja resbalar los dedos por la pieza perfecta, sellando su amor por tan delicada joya y haciendo uso del wifi se conecta al bien preciado
facebook, como alma que se introduce en el paraíso eterno, para devorar con placer infinito la fruta prohibida de todas las "señoras" que allí, se hallan esperándolo...y posicionándose en la barra de búsqueda, comprueba con satisfacción como los grandes resultados no se hacen esperar y un gran arsenal de señoras de lo más variopintas caen rendidas a sus pies...
"Señoras que se sientan en el metro y suspiran para dramatizar su cansancio",
"Señoras que van por el medio de la acera y no se dejan adelantar fácilmente",
"Señoras que alimentan a las palomas por si alguna es el Espiritu Santo",
"Señoras que, disimuladamente,avanzan para oír pecados del confesionario". Y un suma y sigue de
señoras provistas de un interés on-line exponencial a las que se apresura en agregar como amigas y lo que surja ...y comprueba con especial satisfacción como en tan sólo una mañana, buscando por aquí y por allá ha superado con creces el centenar de amigos en ese lugar, gente a la que no conoce en absoluto, le abren las puertas de sus vidas y lo acogen con los brazos abiertos de par en par aunque sea para no volver a hablarle nunca jamás y entre esas vidas desconocidas se lanza a buscar a la pelirroja que va de la mano del otro sintiendo la certeza absoluta de que ella estará allí en alguna parte de esa telaraña de caras, esperándolo para añadir su amistad y entonces el camino hacia Oculoris, será mucho más fácil, más sencillo con el linaje de una clientela tan selecta hallada en aquel abismo virtual, pero cuando está a punto de resolver la pesquisa que lo llevaría hacia la pelirroja, el
alienware, cobra vida propia y muestra en la pantalla una frase que cita;
"sin conexión a Internet", a lo que
el hombre del banco abrasado por la ira comienza a caminar exaltado de uno a otro lado del parque, con el portátil entre sus brazos buscando esa conexión que le permita alcanzar su objetivo amoroso y en el movimiento incierto de sus pasos, el fantástico, apoteósico y titánico
alienware m17x le avisa una y otra vez a través de un texto en su pantalla que indica:
low battery justo antes de sufrir el apagón y cesar en su actividad. Entonces,
el hombre del banco se abraza desconsolado a la máquina infernal llorando su muerte fortuita y sin pensárselo dos veces arroja el
alienware más innovador del mercado y ahora descargado a la papelera más próxima, pensando en lo poco duran estos aparatos tan extremadamente caros y en esos pensamientos y sin dejar de caminar, su silueta desaparece en por el fondo del parque...